COLIFLOR GRATINADA CON JAMÓN. El miedo

Terminé hace unos días un libro de J. Bucay, se llamaba  De la autoestima al egoismo, un diálogo entre tú y yo. 

Trataba sobre esa ligera línea entre la autoestima y el egoismo, de lo que nos impide ser nosotros mismos en ocasiones o en casos más graves, siempre. 

Hablaba de la autonomía personal, de saber poner límites, de la diferencia entre términos tan aparentemente parecidos como: el egoista, el ególatra, el soberbio y el egocéntrico, y de como no viene nada mal, ser en algunas ocasiones, egoista, porque... ¿que es un egoista al fin y al cabo? 

Si nos acogemos a su significado literal, es tener amor por el yo, que hace que determinada persona se quiera por encima de los demás, ¿ y eso es del todo malo?.

Según el autor, no, porque no es verdad que si uno se quiere mucho a si mismo , no puede querer a los demás...

Entre estas cosas y otras, hablaba del miedo, el miedo irracional, diferenciándolo del "susto" que es el miedo real, al que nuestro cuerpo reacciona defendiéndose inevitablemente.

Se refería a ese miedo que te condiciona a avanzar, el miedo que te limita, empequeñece y distorsiona.
Lo que se conoce por "tener miedo"

El autor nos hace reflexionar sobre los miedos y nos aclara que el ser humano nace con el instinto para defenderse de un miedo real, lo que él llama "susto" pero no nace con el miedo.
Porque el miedo no es una respuesta instintiva sino intelectual, y por tanto se podría decir que nosotros se lo "enseñamos" a nuestros hijos y ellos a los suyos y asi sucesivamente.

Como dice Bucay, ¿quien no ha advertido a su hijo antes de salir con la consabida frase... "Ten cuidado"? ó "Cuídate porque yo no podría vivir si te ocurriese algo"

Y estas frases no previenen, más bien asustan y te cargan de una maleta con un peso... el de la responsabilidad de cuidarme para que mi madre no sufra.

 Quien no se ha hecho daño alguna vez y ha temido más al disgusto de la madre que  a los puntos de sutura..

Por  eso nos recomienda cambiar la frase por expresiones mejores como: "diviértete" ó "pásatelo bien", que dejará más libertad al indivíduo. 

Un libro estupendo y ameno de leer como casi siempre son los de Bucay, y de los que siempre se puede aprender algo.
-....
Y ahí tienes a Toñi, a mi, un martes a la una y media, sentados los cuatro frente al plato de cocido, mordiéndome la lengua y observando a mi hijo pequeño, que se balancea sobre las dos patas traseras de la silla,(por enésima vez), haciendo equilibrios más propios de una cabra... cuando de pronto, se resbala la silla hacia atrás y las piernas de mi hijo sobrepasan la altura de la mesa, ale-hop!!!! al suelo!!! 

Y yo... sólo acerté a decirle..."Que te diviertas!"....-

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Y ahora vamos con el platito de hoy... aiss que cosa más rica.
Una coliflor gratinada y con jamón, que quita el sentido. 

Para preparar esta cazuelita necesitamos:

- coliflor
- unos taquitos de jamón serrano
- harina, una cucharada
- leche, medio vaso
- sal , pimienta, nuez moscada.
- queso rallado para gratinar.
- aceite de oliva. 

Ponemos a cocer la coliflor, con poca agua y con un poquito de aceite de oliva y sal, en la olla express que en cuestión de ocho minutos estará en su punto.

Abriremos la olla  y sacaremos la coliflor. Rehogaremos los taquitos de jamón y añadiremos la cucharada de harina, la rehogamos también y echamos ahí mismo la coliflor, la pimienta y la pizca de nuez moscada.

Removemos y vamos añadiendo la leche, si se necesitase más, añadimos caldo de cocción de la verdura.

Una vez tengamos todo ligado, lo vertemos en la o las cazuelitas y le ponemos por encima queso rallado, el que más nos guste.

Lo gratinamos al horno y ....¡¡ a la mesa!!


Para comérselo sin ningún tipo de miedo... Espero que os guste

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