Yo sé que la carne de pavo no es una carne que tenga muchos adeptos, pasa como con la de conejo, que aunque son menos grasas y muy beneficiosas para dietas, colesterol y demás achaques, a la gente no le termina de gustar.
Pero puedo aseguraros que la carne de pavo, en este caso es contramuslo deshuesado y hecho a pedacitos, bien sea adobada o bien sea en guiso, pero al fin y al cabo, preparada como se merece, está deliciosa y pasa por una estupenda carne de cerdo.
Que oye, a veces he dado yo con alguna carne de cerdo más dura que la madre que la parió, perdonadme la expresión.
Sin ir más lejos hoy a medio día, nos hemos intentado comer unas chuletas de lomo de cerdo duras de narices.
Que me pregunto yo si el cerdo ese lo tienen corriendo en la cinta eléctrica o haciendo abdominales porque no he visto lomo más duro en mi vida.
Entre que el cerdo era duro y elástico como si fuese una faja reductora, y que las chuletas que me cortó la carnicera eran del grosor de un diccionario de latín, que se prepare la carnicera el viernes que viene, que vamos a tener una conversación...
Pues bueno, a lo que vamos, ¡¡al turrón!!
Brochetas de pavo en adobo a la sidra.
Para el adobo necesitamos:
- un vasito de sidra
- una cucharada de postre de pimentón dulce
- media cucharadita de pimienta
- una cucharadita de sal
- dos cucharadas soperas de aceite de oliva
- una cucharadita de ras el hanout
Mezclamos bien las especias y le añadimos la sal, el aceite y el vasito de sidra.
Salpimentamos la carne de pavo en pedazos y le añadimos el adobo.
Removemos y dejamos que tome todo el gusto, mejor de un día para otro aunque también nos tomará gusto si lo tenemos unas horas fuera de la nevera con el adobo.
Formamos las brochetas y las ponemos sobre la plancha con un poquito de aceite.
Yo las serví con unos bastoncitos de berenjena rebozada en harina y frita.
Espero que lo probéis y os guste.
