Es una receta muy sencilla de preparar, nada complicada y las cantidades dan pocas tortas (unas doce o catorce), por lo que, si no hubiese éxito, la pérdida es poca.
Es una receta especialmente indicada para los que quieren perderle miedo a las masas con levadura fresca, no es necesaria la panificadora, y además podemos usar tanto harina de fuerza como harina normal.
Los ingredientes son :
- 50 gr. de aceite de oliva
- la piel de medio limón ( sin rallar)
- una cucharada de anís en grano, o matalauva
- 180 gr. de harina
- 10gr de levadura de panadero ó algo menos de un sobre de levadura química ,marca Maicena.
- 80 gr. de agua
- 20 gr. de anís seco o dulce ( licor)
- una cucharada de sésamo
- 15 gr de azúcar
- azúcar para espolvorear por encima
- una pizca de sal.
Ponemos en un bol la harina hacemos un hueco y ponemos la pizca de sal, y al lado contrario el sobre de levadura.
En el caso de usar levadura fresca la disolvemos en el agua de la receta (tibia)
En un vaso pondremos el aceite , la piel de limón y el anís. Lo ponemos un minuto en el microondas, e infusionamos el aceite y el anís con la piel de limón.
Después retiramos la piel y dejamos enfriar el aceite, para ponerlo en la masa.
Añadimos los demás ingredientes y amasamos bien , hasta que lo veamos todo incorporado.
Vamos formando pequeñas bolitas, con las manos enharinadas ligeramente, y con el rodillo las aplastamos formando las tortas.
Las vamos poniendo en papel de horno y las dejamos levar, aproximadamente una hora.
Yo suelo meterlas en el horno apagado, para evitar corrientes y porque me suelen levar las cosas más rápido.
Una vez veamos que han levado (no lo hacen excesivamente), las sacamos del horno, lo encendemos a 200º y ponemos dentro un recipiente con agua.
Cuando haya alcanzado la temperatura, vamos metiendo las tortas espolvoreándolas bien de azúcar, hasta que las veamos doradas.
Y el resultado és este, una torta rica , rica no, riquísima.
Espero que os guste.