MURCIANOS, DE LA MISMA MURCIA

Como somos las madres.

Cuando una se convierte en madre pasa a desarrollar una increible habilidad para curar, detectar y diagnosticar enfermedades sin haber dado ni una sola noción de medicina.


Es increible con que facilidad la mano derecha pasa a convertirse en un eficiente termómetro.


El niño baja del cole colorao como Paquirrin después de darle dos vueltas corriendo a Cantora.

Y baja colorao como todos los días pero... algún piloto se enciende en el panel de control materno y...


- uiss, este niño tiene fiebre, ¿te duele la garganta?

- No mamá.

- seguro??, seguro?? no te molesta al tragar??


Y el niño ante tanta insistencia y viendo la cara de la madre con los ojos espantaos... traga saliva y dice...


- bueno ... un poquito, pero alli al fondo...


Ya está, el niño va a tener anginas de aquí a dos horas como mucho. Y seguidamente le pones la mano en la frente y dices...


-tiene décimas pero esta noche seguro que se planta en 38 y medio, como si lo viese!


Y lo malo de todo esto es que no nos equivocamos!!!.

Tambien es cierto que se agudiza el ingenio y recurrimos con mucha facilidad a los medicamentos y frases ...llamémoslas "placebo".


Mi madre por ejemplo, ya podías venir doblada como una alcayata, que tu llegabas y le decías...


- mamá tengo un dolor mas grande aqui al lado...

- eso es un dolor espasmódico.


Todo eran dolores espasmódicos, te doliese lo que te doliese, era espasmódico y eso quería decir que no tenía importancia y que se iría pronto.


Siempre me he preguntado si ese dolor existe, y es ahora, con 43 años y no me atrevo a buscarlo en google porque no dudo de la palabra de mi madre, si ella decía que era espasmódico , es que lo era y punto.


Después está el que yo uso mucho... te viene el niño con la rodilla sollá de una caida y te dice...


-mamá me duelen mucho las piernaaaaasssss
- no te preocupes, eso es del crecimiento.


Es del crecimiento, no tiene nada que ver que el niño haya saltado cuatro escalones de golpe y haya caido sobre las dos rodillas, eso es circunstancial.
La culpa es el crecimiento, que es muy puñetero.


Otra prueba del eficaz diagnóstico materno era la falta de calcio.


No sé si a alguien más le ha pasado pero yo, a eso de los cuatro o cinco años, tenía por costumbre raspar con la uña las paredes de yeso y seguidamente, meterme el dedo en la boca y comérmelo...
, llegados a este punto, aclaro que yo no fuí la que se comió los brazos de la Venus de Milo.

Mi madre diagnosticó que eso era falta de calcio y desde ahí siempre hubo en nuestra nevera una botella de Calcio 20 a la que yo daba dos tragos tres veces al día.
No sé como no tengo los riñones como las Cuevas del Drach, con la cantidad de calcio que bebí.


Y luego está mi suegra,uiss mi suegra es otra que tal.
Tiene una crema hidratante en el bolso, que al contacto de su mano, se convierte en una crema quitadolores buenísima, y que alivia de inmediato todos los dolores de los nietos.


Y para ella copié a Fermín y su blog, Cocinando con Fermín, esta receta de los murcianos.

MURCIANOS



Sé que a mi suegra le encantan, y por que soy así de salá y en agradecimiento al hijo tan estupendo que parió y del que yo hago uso y disfrute, le hice estos murcianos para ella.


Fermín advierte en la receta que la masa es dura, y lo es, y mucho!! pero merece la pena amasar y disfrutar estos murcianos.



Aunque yo hice la mitad de la receta, los ingredientes según su autor, son los siguientes:

-1 kilo y medio de harina

- 600gr de manteca de cerdo

- 600gr de azúcar
- un vaso 250ml de mistela

- raspadura de dos limones
- una cucharada de bicarbonato, yo usé cuatro papelillos ( dos y dos) de gaseosa.
- cabello de ángel, en mi caso de bote
- un huevo para pintar los murcianos.


Amasamos el azúcar con la manteca ( blanda) y vamos añadiendo la ralladura de limón, el vino, el bicarbonato y la harina hasta amasar y obtener una masa dura y compacta.

Yo tuve que coger porciones para poder amasar bien y dejar fina la masa para hacer los murcianos porque es bastante dura y mis brazos no rendían.


Alisamos fino y con la ayuda de un aro de emplatar, corté círculos, los rellené de cabello de ángel y tapé con otro , sellándolo bien y pintándolo de huevo





Horneamos a 190 hasta que estén doraditos y dejamos enfriar.


Le doy las gracias a Fermín por su receta , nos han encantado. Espero que os gusten.


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