A veces es necesario que todo cambie, para que todo siga igual.
Es una frase que me gusta, y que voy a hacer mía, de ahora en adelante, y por los tiempos que ahora me toca vivir.
Hacía días que no subía ninguna receta y quiero empezar a escribir en el blog ya, porque aunque todo ha cambiado, este espacio es algo que necesito.
Y me gusta hacerlo con estas dos cosas:
Una es subiendo una receta-pifia y otra es enseñando una cosita, un disfraz que hice para que mi hijo mayor acudiese a un Salón del Manga que se celebró en IFA , en Alicante.
Se empeñó en hacerse una cabeza de un Pokemon tipo agua, concretamente se llama Mudkip.
Para entender este tema, y el empeño del chaval , ya os aviso que hay que ser un poco friki
Total, que se empeñó en construirse la cabeza del bicho y pensó en papel maché. Según él, hinchábamos un globo e íbamos forrando de papel maché ( papel y cola blanca) , después , una vez seco, se pinchaba el globo y teníamos un cabezón.
Pero a mi no me quedó claro el uso de ese material ... el plan tenía lagunas, y pensando, pensando, con un poco de ingeniería aeroespacial, fieltro, alambres y dos camas de perro de esponja, le construimos esto:
Que queréis que os diga, a mi me parece que lo logramos hacer bastante bien, y las risas que nos echamos haciéndonos fotos con el cabezón, no están pagadas con nada, y falta que nos hacía reirnos asi.
La cabeza tenía un problema, que por no estropearla, no le hicimos abertura para poder ver a traves de ella, por lo que , hacerse fotos allí era complicado.
Si le dejaba la cámara a un desconocido para que le hiciese una foto... igual se quedaba con la pose un buen rato y sin cámara, porque ver , no veía na de na.
Pero el caso es que triunfó, se le arrimó mucha gente para fotografiarse con él y ... lo hice más feliz que una perdíz. Y yo también de rebote, claro.
Y después está la pifia...
Cuando se cocina por placer además de por obligación, pasa que, si no estamos con el ánimo bueno... es muy probable cometer fallos.
Creo que a todos nos ha pasado, y cuando tienes un día que no estás "fina" , lo mejor que puedes hacer es cocinar lo justo y dejar que pase la racha
Yo, en el mismo día de la pifia, hice pan, se me olvidó que estaba levando, y levó , levó, y quedó de pena.
También quemé un electrodoméstico y para remate... hice estas magdalenas.
Pero ya sabéis como soy yo.
Perfectamente podría haberlas subido, y ponerlas un título chachi: Muffins integrales con pepitas de chocolate.
Y en la foto dan el pego.
Pero el nombre que mejor le van a estas magdalenas es el de: La Magdalena Asesina.
Yo no sé si exactamente le faltó , líquido, o le sobró harina, o las dos cosas o sencillamente no era mi día, pero el caso es que las magdalenas ya pintaban mal en el momento de ponerlas en los moldes y hornearlas.
Tenían la textura como... mortero de cemento armado.
Y una vez horneadas , casi sin esperar a que se enfriasen , las probé.
Por suerte para mi, las mojé antes de echármelas a la boca, en el café con leche.
Aquello chupó y chupó el café con leche como si se tratase de un vampiro, tanto es así que tuve que preparar dos cafés con leche, uno para mi y otro para la magdalena.
No me quiero ni imaginar lo que podría haber sido aquello dentro de mi estómago y su efecto esponja en mis jugos gástricos.
Amos que si me descuido me chupa la sangre.
Asi que , queridos amigos, como siempre se dice... las apariencias engañan.
No voy a poner la receta, pero si alguien está interesado en venganzas, homicidos sin rastro, ajustes de cuentas etc... no tengo inconveniente en pasarle la fórmula de la magdalena asesina.
Ya estoy de nuevo por aqui, no sé cuanto podré visitaros, y con que frecuencia, pero aqui estoy .
Espero que os guste.
¿Quieres imprimir esta receta?
Es una frase que me gusta, y que voy a hacer mía, de ahora en adelante, y por los tiempos que ahora me toca vivir.
Hacía días que no subía ninguna receta y quiero empezar a escribir en el blog ya, porque aunque todo ha cambiado, este espacio es algo que necesito.
Y me gusta hacerlo con estas dos cosas:
Una es subiendo una receta-pifia y otra es enseñando una cosita, un disfraz que hice para que mi hijo mayor acudiese a un Salón del Manga que se celebró en IFA , en Alicante.
Se empeñó en hacerse una cabeza de un Pokemon tipo agua, concretamente se llama Mudkip.
Para entender este tema, y el empeño del chaval , ya os aviso que hay que ser un poco friki
Total, que se empeñó en construirse la cabeza del bicho y pensó en papel maché. Según él, hinchábamos un globo e íbamos forrando de papel maché ( papel y cola blanca) , después , una vez seco, se pinchaba el globo y teníamos un cabezón.
Pero a mi no me quedó claro el uso de ese material ... el plan tenía lagunas, y pensando, pensando, con un poco de ingeniería aeroespacial, fieltro, alambres y dos camas de perro de esponja, le construimos esto:
Que queréis que os diga, a mi me parece que lo logramos hacer bastante bien, y las risas que nos echamos haciéndonos fotos con el cabezón, no están pagadas con nada, y falta que nos hacía reirnos asi. La cabeza tenía un problema, que por no estropearla, no le hicimos abertura para poder ver a traves de ella, por lo que , hacerse fotos allí era complicado.
Si le dejaba la cámara a un desconocido para que le hiciese una foto... igual se quedaba con la pose un buen rato y sin cámara, porque ver , no veía na de na.
Pero el caso es que triunfó, se le arrimó mucha gente para fotografiarse con él y ... lo hice más feliz que una perdíz. Y yo también de rebote, claro.
Y después está la pifia...
Cuando se cocina por placer además de por obligación, pasa que, si no estamos con el ánimo bueno... es muy probable cometer fallos.
Creo que a todos nos ha pasado, y cuando tienes un día que no estás "fina" , lo mejor que puedes hacer es cocinar lo justo y dejar que pase la racha
Yo, en el mismo día de la pifia, hice pan, se me olvidó que estaba levando, y levó , levó, y quedó de pena.
También quemé un electrodoméstico y para remate... hice estas magdalenas.
Pero ya sabéis como soy yo.
Perfectamente podría haberlas subido, y ponerlas un título chachi: Muffins integrales con pepitas de chocolate.
Y en la foto dan el pego.
Pero el nombre que mejor le van a estas magdalenas es el de: La Magdalena Asesina.Yo no sé si exactamente le faltó , líquido, o le sobró harina, o las dos cosas o sencillamente no era mi día, pero el caso es que las magdalenas ya pintaban mal en el momento de ponerlas en los moldes y hornearlas.
Tenían la textura como... mortero de cemento armado.
Y una vez horneadas , casi sin esperar a que se enfriasen , las probé.
Por suerte para mi, las mojé antes de echármelas a la boca, en el café con leche.
Aquello chupó y chupó el café con leche como si se tratase de un vampiro, tanto es así que tuve que preparar dos cafés con leche, uno para mi y otro para la magdalena.
No me quiero ni imaginar lo que podría haber sido aquello dentro de mi estómago y su efecto esponja en mis jugos gástricos.
Amos que si me descuido me chupa la sangre.
Asi que , queridos amigos, como siempre se dice... las apariencias engañan. No voy a poner la receta, pero si alguien está interesado en venganzas, homicidos sin rastro, ajustes de cuentas etc... no tengo inconveniente en pasarle la fórmula de la magdalena asesina.
Ya estoy de nuevo por aqui, no sé cuanto podré visitaros, y con que frecuencia, pero aqui estoy .
Espero que os guste.
¿Quieres imprimir esta receta?