El verano casi, casi llega a su fin, otra cosa es que nos abandone el calor ... al menos en donde yo vivo, porque a medida que bajas de Valencia hacia abajo, parece que te estés acercando a la barandilla del Infierno
Pero bueno, quejas aparte, al menos en fechas, nos estamos acercando más al otoño y me vienen a la memoria cuales han sido los momentos o hechos protagonistas de mi verano
Un hecho marcado, que empezó como traumático y terminó bastante bien, fue mi cita con la dentista para darle un repasito y arreglarme el "comedor"
Voy a ser sincera, la última vez que fuí al dentista, la visita se pagaba en pesetas.
Bueno, miento, quitando la visita al dentista de la S.Social donde me quitaron una muela que era siniestro total.
Pero lo que se dice a enlucir, arreglar y abrillantar... hacía bastante y la cosa era ya bastante urgente.
Yo ya no recordaba el mal trago y fui hecha un manojo de nervios
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Cuando entré me recibe Beatriz, una doctora joven, muy amable y simpática, que intenta por todos los medios que te sientas cómoda.
Beatriz, me reconoce la boca, y me hace un diagnóstico de las cosas que tenemos que empezar a arreglar, y yo empiezo a notar como sudores fríos, y a pesar de llevar en mis carnes más de una batalla , dos cesáreas y una cicatriz en la cabeza como la cordonera de un mocasín de larga... yo sentí pánico, pero aún así, hice acopio de valor, me senté en el sillón de tortura dentista y apreté mis manos una a la otra como dándome yo misma ánimos.
Una vez comenzamos con el asunto , mi doctora se encargó de anestesiarme todo lo anestesiable, y sinceramente, no sentí dolor alguno, aunque si grima, y hasta llegó un momento, a lo largo de todas las visitas que hice, que apenas me apretaba las manos , y menos mal, porque aquel primer día terminé con la mano a punto de gangrena
Cuando finalizó aquella visita , terminé contenta y satisfecha, ya no sólo por mi boca y el trabajo de la profesional, sino también por mi arrojo y valentía al no haber salido corriendo de allí, y lo único que lamenté es el golpe a mi dignidad al tener que escupir y no atinar bien por culpa de la anestesia, babeándolo todo como un boxer.
Pero bien, vamos, en resumen, aprobado decentemente el mal trago.
Y otra cosa que ha marcado absolutamente mi verano, fueron los polos de nutella y yogurt de Juanan Cuuking
Madre mía que perdición son , con tan sólo dos ingredientes... están para morirse de ricos.
Polos de crema de cacao y avellanas,y yogurt
Aunque Juanan los ha hecho con nutella y yogures, yo usé yogures griegos desnatados y con edulcorante, y en lugar de nutella, usé la crema de cacao , Delinut, que tienen en Aldi con la mitad de grasas.
Ingredientes para ocho polos (pequeños):
- un vaso de crema de chocolate y avellanas light (200gr) (o nutella)
- dos yogures griegos
La elaboración es tan sencilla que da hasta verguenza de explicar:
*Meclamos el contenido del vaso de crema con un yogurt y reservamos el otro
*Vamos rellenando las poleras intercalando cucharaditas de yogurt sin mezclar para que se vean las pequeñas capas de yogurt al ir a comer.
*Les introducimos un palito de madera para polos y los llevamos al congelador.
Y fin
También podemos mezclar el vaso entero con los dos yogures y rellenar sin más, estarán igual de ricos aunque no veamos las capas.
Cuando nos aprieten las ganas de algo rico y dulce... ponemos la polera bajo el grifo , giramos con cuidado y sacamos un ¡¡Juanan-Polo!!
Imagino que con nutella y yogurt entero debe estar aún más cremoso, pero os aseguro que los míos han sido todo un éxito este verano, y estaban muy muy cremosos.
Espero que os gusten.
