Esta semana ya no llueve y hace bueno para salir a arreglar el jardín
Y en ello estaba esta tarde cuando, al arrancar unas malas hierbas he encontrado uno de tus tirabuzones.
Al verlo en un principio no he sentido nada especial, no he caido en la cuenta. Era uno de tus rizos sin más, uno de tantos que se llevaba el viento cuando, sobre mis piernas, te iba cortando tus nudos, tu lana y te dejaba peladito y arreglado, mi ovejita, mi pequeño peluche, mi Goofy, mi compañía, mi eterno compañero del alma que me ha acompañado siempre en silencio.
Ha sido al darme cuenta de que era pasado, todo pasado, cuando he sentido ese pinchazo en el corazón, ese vuelco.. de nuevo esa sensación de vacío grande en el corazón que he intentado evitar, esconder y sobrellevar después de que te fueras.
He intentado que no se me notase para evitar sufrimiento a mis hijos, para que la pena pasase pronto a ser un recuerdo imborrable sin más, asi que recogí tus cosas, y me deshice de ellas, para olvidar estos dos últimos años tuyos, tan duros, tan complicados, y recordarte sólo con amor y alegría. Con amor, pero sin tristeza.
He intentado que no se me notase para evitar sufrimiento a mis hijos, para que la pena pasase pronto a ser un recuerdo imborrable sin más, asi que recogí tus cosas, y me deshice de ellas, para olvidar estos dos últimos años tuyos, tan duros, tan complicados, y recordarte sólo con amor y alegría. Con amor, pero sin tristeza.
Te fuiste en octubre, y no te fuiste como yo hubiese querido, en casa, o a mis pies, o en tu camita, o al despertar una mañana encontrarte frío y en paz.
No pudo ser.
Tuve que decidir un día que era el día de tu final, que ya no podíamos ni tú ni yo sufrir más, que no era justo para ninguno de los dos.
Y te llevamos, y estuve contigo hasta que te dormiste para siempre.
No dejé de acariciarte, para que me notases a tu lado a pesar de tu ceguera, y te despedí diciéndote al oído muy cerquita, para que a pesar de tu sordera me oyeses, lo mucho que me has dado, lo mucho que te he querido y te quiero, y lo mucho que vamos a añorarte.
Y te llevamos, y estuve contigo hasta que te dormiste para siempre.
No dejé de acariciarte, para que me notases a tu lado a pesar de tu ceguera, y te despedí diciéndote al oído muy cerquita, para que a pesar de tu sordera me oyeses, lo mucho que me has dado, lo mucho que te he querido y te quiero, y lo mucho que vamos a añorarte.
He recogido tu rizo, aquel pequeño nudo de lana que algún día te corté y se llevó el viento. Cerré mi puño y las lágrimas brotaron sin poderlas contener.
Entré a casa rápidamente y se lo mostré a Javi. Le ocurrió exactamente como a mi, nos miramos y los dos nos emocionamos brotando de nuevo las lágrimas.
Mi abuelito.. no se si llegan los perros a saber lo que significan, si se dan cuenta del amor que se puede llegar a sentir por ellos.
Javi me ha dicho que guarde ese mechón, y así lo he hecho.
Lo he guardado en una cajita donde guardo mis pequeños tesoros... los dientes de leche de mis hijos, un mechón color oro de mi hijo Javi, las pulseritas del hospital cuando nacieron.. y ahora, envuelto en un papel, tu mechón, tu lana, que me trae tantos y tantos momentos de amor, de entrega por tu parte y por la mía.
He vuelto al jardín, al sitio donde lo he encontrado y he buscado más, arrepintiéndome de no guardar nada tuyo ese día. Era tanto el dolor que me deshice de todo. Y no he encontrado más, sólo uno, un rizo tuyo.
Después de tantos meses, tanto viento y tanta lluvia, y allí estaba. Un rizo tuyo, tu lana suave, tu olor.
Como soy una sentimental quiero pensar que es una señal, un "sigo aquí, y no os olvido" y me aferro a eso, a pensar que fuiste muy feliz estos 18 años, y que tus dos últimos años, tan difíciles , te los he hecho pasar lo mejor que pude y supe.
Mi Goofy, mi Goofy bonito... no he podido hablar de ti y llorarte hasta hoy, hasta que la casualidad, o quien sabe si tú desde el cielo de los perros, ha hecho que un rizo de tu pelo llegase de nuevo a mis manos.
Mi pequeño amigo, mi ovejita, mi peluche , mi trapo de mecánico como te llamaba cuando estabas sucio... te hemos querido, te queremos y te querremos SIEMPRE.
Entré a casa rápidamente y se lo mostré a Javi. Le ocurrió exactamente como a mi, nos miramos y los dos nos emocionamos brotando de nuevo las lágrimas.
Mi abuelito.. no se si llegan los perros a saber lo que significan, si se dan cuenta del amor que se puede llegar a sentir por ellos.
Javi me ha dicho que guarde ese mechón, y así lo he hecho.
Lo he guardado en una cajita donde guardo mis pequeños tesoros... los dientes de leche de mis hijos, un mechón color oro de mi hijo Javi, las pulseritas del hospital cuando nacieron.. y ahora, envuelto en un papel, tu mechón, tu lana, que me trae tantos y tantos momentos de amor, de entrega por tu parte y por la mía.
He vuelto al jardín, al sitio donde lo he encontrado y he buscado más, arrepintiéndome de no guardar nada tuyo ese día. Era tanto el dolor que me deshice de todo. Y no he encontrado más, sólo uno, un rizo tuyo.
Después de tantos meses, tanto viento y tanta lluvia, y allí estaba. Un rizo tuyo, tu lana suave, tu olor.
Como soy una sentimental quiero pensar que es una señal, un "sigo aquí, y no os olvido" y me aferro a eso, a pensar que fuiste muy feliz estos 18 años, y que tus dos últimos años, tan difíciles , te los he hecho pasar lo mejor que pude y supe.
Mi Goofy, mi Goofy bonito... no he podido hablar de ti y llorarte hasta hoy, hasta que la casualidad, o quien sabe si tú desde el cielo de los perros, ha hecho que un rizo de tu pelo llegase de nuevo a mis manos.
Mi pequeño amigo, mi ovejita, mi peluche , mi trapo de mecánico como te llamaba cuando estabas sucio... te hemos querido, te queremos y te querremos SIEMPRE.
Uff, se me han saltado las lágrimas. Lo que se quiere a estos peludines es tremendo, y el vacío que dejan cuando se van , también lo es. No hace falta que te diga más, pero me encantaría poder darte un abrazo apretadito.
ResponderEliminarMarhya
Hola Toñi. Una entrada muy emotiva la que has puesto. Yo no tengo mascota, no me gustan, porque además de tener unas obligaciones añadidas sucede que al final le coges cariño y cuando ya no están se nota mucho su ausencia. Te comprendo y comprendo el sentir de tus palabras aunque, como te he dicho antes, no sea un amante de las mascotas, quizá sea debido a los recuerdos de la niñez. En casa de mis padres había una perrita y cuando murió lo sentí mucho, desde entonces no he vuelto a tener nada.
ResponderEliminarSe les llega a coger tanto cariño que su perdida se nota.
Bonitas palabras que expresan los recuerdos y los años que habéis pasado juntos.
Un beso.
Buffff, y venía yo aquí a soltar una tontería y me encuentro con esto. Pues en serio que aunque haga ya tiempo, lo siento mucho. Sé lo que se les quiere y lo que se les echa de menos cuando se van, es muy duro, sí. Alguna lágrima se me sigue cayendo cuando me acuerdo de las mías y hace ya más de 11 años que decidieron irse una casi a la par que la otra. Creo que no son conscientes del vacío que dejan, pero ahí está.
ResponderEliminarEn fin, un abrazo, trastolera.
Me he emosionado bastante por que me acorde de mi perro que tanbien se nos fue , bonitas palabras llenas de amor animo guapa besitos
ResponderEliminarToñi me has tocado hondo , apenas me salen las palabras , estoy llorando ..
ResponderEliminarTu peluche estará muy orgulloso de ti , feliz de haber vivido esos años a tu lado y reconfortado porque lo acompañaste hasta el último momento .
Un abrazo enorme amiga .
Pena y alegría a la vez transmite tu entrada de hoy. Qué vacío tan grande dejan nuestras mascotas cuando se van a su cielo, pero también muchos momentos buenos y esos son los que hay que recordar, ellos dan amor incondicionalmente.
ResponderEliminarYo también guardo un mechoncito de mi mascota, pero olvidarla nunca.
Ánimo guapa que hoy lloramos contigo.
Besos.
¡¡¡ Qué bonito.....me has emocionado !!! Yo también tuve una perrita 18 años conmigo...así que te entiendo y comparto tu sentimiento.
ResponderEliminarToñi te comprendo y no sabes cuanto, yo tengo dos más pequeñitos y si le ocurre algo me da algo, que pena, sabemos que esto tiene que ocurrir pero nunca lo tenemos asimilado, espero que te repongas pronto, la vida es así y ante eso no podemos hacer nada...Bess
ResponderEliminarPreciosa entrada, yo solo he tenido una perrita y se la tuvo que llevar una amiga a su chalet, se hizo tan grande que la verdad, siendo 5 en casa, no habia sitio material y lo pasé fatal y eso que podia ir a verla, asi que todo lo que nos cuentas lo puedo entender, espero que todo se vaya pasando y estés mas animada, besicos.
ResponderEliminarUff, yo he pasado por eso y sé lo que es, no se les olvida nunca, la gente que no tiene perro no te comprenderá pero me ha llegado al alma tu entrada.
ResponderEliminarBesitos guapa
Con tu relato, al transmitir esos sentimientos que sólo un animal de compañía puede despertar, me has emocionado y me has hecho recordar.
ResponderEliminarYo también he tenido un perro, nunca lo he atado, estaba libre y yo creo que velaba de noche, era guardián de la casa del pueblo y, muchas noches, cuando mi sueño era más ligero, le oía dar vueltas alrededor de ella.
De día era mi sombra, me protegía y me adoraba, lo cierto es que era correspondido.
Cuando lo llevamos para dormirlo, sentí que algo familiar se había ido, seguramente se rían de mí al decir ésto, pero el caso es que se les llega a querer muchísimo.
Desde aquella, he dicho que nunca más volvería a tener un perro.
De más está el que te diga que me solidarizo con tu sentir, el tiempo lo cura todo.
Abrazos.
kasioles
No sabes como te entiendo, es ahora y todavía me estoy acordando de nuestro grandote que era más bueno que el pan, aunque ahora tenemos otros el no se puede sustituir por nada, un besazo grande
ResponderEliminarSofía
Siento mucho, lo siento, de verdad. Te entiendo y por eso sé que duelen y lo hacen como si se tratara de una persona y en ocasiones incluso más. No es una barbaridad lo que te digo, ellos te dan todo, no hay amor más profundo. Me has emocionado Toñi, por eso te hablo así. Un beso guapa.
ResponderEliminar