La cuaresma es época de dulces . Los buñuelos, orejas, frixuelos y rosquillas invaden las pastelerías y hornos.
Tengo que confesar que los dulces fritos no son mi debilidad, y prefiero antes unas rosquillas horneadas a una torrija.
Por eso os traigo hoy estas rosquillas fáciles de hacer y deliciosas, al horno.
Además su sabor es muy valenciano y muy tradicional
Unas rosquillas de moscatel que con el café están de escándalo.
El color de estas rosquillas no surge porque estén horneadas de más, se debe al colorcito del vino Moscatel.
Se hacen en un pis pas, y cuanto más pequeñas las hagáis, más apetitosas serán.
Ingredientes:
- 100gr de azúcar para la masa
- algo más de azúcar para el rebozado
- 90gr de aceite de oliva suave
- 120gr de moscatel
- un sobre de levadura química
- 350gr de harina
En un recipiente ponemos la harina , el azúcar y la levadura y mezclamos bien
Hacemos un hueco y vertemos los ingredientes líquidos, el aceite y el moscatel y vamos mezclando hasta integrarlo todo bien y obtener una masa lisa y manejable.
En un recipiente ponemos la harina , el azúcar y la levadura y mezclamos bien
Hacemos un hueco y vertemos los ingredientes líquidos, el aceite y el moscatel y vamos mezclando hasta integrarlo todo bien y obtener una masa lisa y manejable.
Con las manos untadas ligeramente de aceite vamos formando un churrillo largo y estrecho, y vamos cortando pedacitos y formando las rosquillas.
Precalentamos el horno a 180º
Horneamos a 180º unos 15 minutos.
Una vez horneamos, aún calientes, los rebozamos en azúcar y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Sin palabras.
Espero que os gusten.