Estamos a 20 de diciembre y por supuesto tenemos encima las navidades.
Y que mejor que dedicar nuestro Desafío en la Cocina a cocinar recetas que nos puedan servir para estas fechas.
Así que la propuesta de este mes es Aperitivos y entrantes.
Yo he querido preparar dos , pero como la entrada se hacía un poco extensa, he preferido publicar uno hoy, y próximamente el otro.
Estas palmeritas las probé en la escuela de hostelería de mi localidad, en una cena, tipo show-cooking, a la que asistí.
Los profesores junto con los alumnos que eran los que cocinaban, nos iban explicando cada plato y cada elaboración al tiempo que íbamos degustándolo, y a mi estas palmeritas me parecieron tan sencillas y tan ricas, que no pude resistirme a copiarlas.
Palmeritas de morcilla
Para hacer estas palmeritas necesitamos pocos ingredientes:
- dos morcillas de mi tierra, son de cebolla
- una plancha de hojaldre
- dos cucharadas de sirope de ágave
Elaboración:
*Abrimos las dos morcillas extrayendo el relleno. Normalmente viene muy picado, pero si viésemos que no lo está, lo picamos bien para poderlo untar en el hojaldre.
*Estiramos el hojaldre y untamos todo el relleno de las morcillas , cubriéndolo todo
*Vamos enrollando con cuidado, desde los dos laterales hasta juntarlos como veis en la foto, formando un rulo grande.
Lo introducimos en el congelador para que endurezca.
*Pasados unos 20 minutos, lo sacamos del congelador y vamos cortando lonchas finas y poniéndolas sobre papel de horno.
Ponemos a calentar el horno a 180º
*Ponemos a calentar al microondas un poco el sirope de ágave con una cucharadita de agua, y con ayuda de una brocha, untamos de sirope las palmeritas.
Horneamos hasta que se doren , aproximadamente unos 15-20 minutos
Aunque el aspecto es de unas palmeritas de chocolate, el sabor os encantará, y ese toque ligeramente dulzón del ágave, combina de maravilla.
Al probarla, debido al color y al tono dulzón del ágave, hay quien hasta lo confundirá con chocolate, es curioso lo sugestionable que es nuestra mente, pero pronto notarán el sabor y se darán cuenta de lo adictivas que son.
Al probarla, debido al color y al tono dulzón del ágave, hay quien hasta lo confundirá con chocolate, es curioso lo sugestionable que es nuestra mente, pero pronto notarán el sabor y se darán cuenta de lo adictivas que son.
¡¡No dejarán ni una!!
Espero que os guste
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Carolina (Tomillo y laurel y otras cosas de comer)
