Cotilleando por la red me encontré con este dulce típico mallorquín, concretamente de Valldemossa, y me pareció delicioso.
No es la primera vez que uso calabaza, boniato, calabacin o patata en las masas, y los resultados se que son una delicia.
Obtendremos unos bollos mucho más esponjosos si cabe, y muy muy sabrosos.
Así que como apostaba sobre seguro, ni dudé en hacerlos.
Ahora que viene mejor tiempo (deseando que el calor nos abandone), dedicáis una tarde a hacer estas cocas, probáis unas recien hechas, congeláis unas cuantas, y tendréis lista una merienda en un segundo cuando os apetezca algo dulce.
Ingredientes:
- 300ml de agua tibia
- 200gr de patata pelada y previamente cocida
- 100gr de manteca de cerdo a temperatura ambiente
- 180gr de azúcar
- 3 huevos
- 50gr de leche entera
-30gr de levadura fresca
- 600gr de harina de fuerza
- 50gr de aceite de oliva
- azúcar glass para espolvorear
- una pizca de sal.
Como indico, el peso de la patata que vamos a usar es una vez cocida y pelada (la cocemos con piel)
Yo he usado la panificadora para amasar, por lo cual primero añadiremos a la cubeta los ingredientes líquidos, y después los sólidos
Seleccionamos programa AMASADO.
Los 50gr de aceite de oliva los añadiremos a mitad del programa de amasado.
Una vez finalizado el programa, desgasificamos y formamos un rulo, cortando porciones de igual peso.
Formamos los bollos y los volvemos a dejar levar sobre papel de horno, yo los pongo dentro del horno apagado.
Una vez levados, los horneamos a 180º (con horno precalentado) unos 15 minutos. No tienen que dorarse en exceso.
Los espolvoreamos con azúcar glass, y listos.
Es una pena que la foto no os de la idea de lo esponjosos y ricos que están, una delicia para el desayuno, con un poco de mermelada, o así tal cual, a pellizcos!!
Espero que os guste.