MEZCLANDO CHURRAS CON MERINAS, ALITAS DE POLLO Y ESCAPADITA A MADRID.

A estas alturas ya, creo que nadie se va a sorprender cuando en mi blog hay una entrada con título extraño.

Se me ocurre , reflexionando, que acabo de ver la peli Julia & Julie, y como me dijo Lídia, quizás si me reconozco, en algunas cosas , que la chica del blog hace y dice.

Mezclo con bastante asiduidad churras y merinas, y me lio entre recetas, platos, cosas que me gustan , sentimientos nuevos, sensaciones, y vivencias.

Pero , que se le va a hacer... es lo que me nace.

Y se me ocurre contar que este plato de alitas de pollo, tiene mucho que ver con el fin de semana que he pasado en Madrid.


Esta manera de preparar las alas me las ha enseñado mi amiga Esther.

Madrileña castiza , que a pesar de cocinar estupendamente, se niega a darle vidilla a un blog que tiene más parao, que un muerto bocabajo.


Estas alitas están de cine, necesitamos:

- alas de pollo
- ajos, muchos dientes de ajo.
- aceite
- sal y pimienta blanca
- pimentón dulce
- vinagre

Limpiamos bien de plumas las alitas, las cortamos , las salpimentamos y las freimos bien fritas.

Alitas de pollo con vinagre y pimentón.


Un poco antes de considerar que están en su punto, añadiremos unos dientes de ajo cortados a láminas en la cazuela, y los pochamos bien , sin que se quemen.

Añadimos el pimentón , lo rehogamos todo y añadimos un chorreón de vinagre.

Dejamos que haga chup chup, y servimos.




Están de rechupete y como dice mi hijo mayor.., mamá , me contengo de comer más porque sé que tenéis que comer los demás, jejejee.


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El fin de semana pasado se juntaron varias cosas.
Fué mi cumpleaños, cuarenta y dos me cayeron, fué mi aniversario de boda y fué el cumpleaños de mi marido.


Hicimos una escapadita a Madrid y ahí estaba Esther y su marido para hacernos la estancia lo más agradable posible.

Se encargaron de enseñarnos el Madrid de los Austrias, el de los Borbones, el de la Ana Obregón, el de la Belén Esteban.. y así sucesivamente...

Fuimos a patear todo el cogollito de Madrid, calles emblemáticas donde se ambientan las novelas de Reverte. El arco de cuchilleros, la Plaza Mayor, las cuevas de Luis Candela.

Tan pronto nos llevó a comernos un bocata de calamares a la Plaza Mayor como unas castañas al ladito del oso y el madroño , como unos callos madrileños, como unos chicharrones en Puerta Cerrada, un chocolate en San Gines, al volver de la Eslava, un bacalaito en Casa Labra o una napolitana en La Mallorquina...

Todo sin orden de aparición y sin descanso.

Me contó el porqué del nombre de La posada del Peine.
Se cuenta que la dueña de la posada , donde se hospedaban muchos estudiantes, harta de que le desaparecieran los peines del baño, decidió, atar el peine con una cuerda para que así no desapareciese.

El peine pasó a ser de uso común.

De ahí el nombre de la posada. La fachada és espectacular


Después de recorrer el Madrid de los Austrias bajamos por el arco de cuchilleros hacia abajo en dirección al Madrid de los Borbones. El Palacio Real y la Almudena

Y vuelta a seguir con el paseo hacia las calles más populares de la capital.



Disfrutamos del ambiente navideño y de la iluminación .

La Puerta de Alcalá lucía preciosa.




Fué un día sensacional que acabamos con los pies ardiendo, el estómago revuelto como la cama de un loco y cenando en un japonés.

Y que por cierto, más que apreciar los platos que comimos, nos dedicamos a especular con una teoría: ¿ alguien ha visto un japonés con gafas?, puede parecer una tonteria pero no recuerdo haber visto ninguno... ¿Será que el alga nori y la salsa de soja favorece la visión?
Y por último ya... ¿puede un japonés ponerse lentillas?, y si lo hacen... ¿tienen la misma forma que una lentilla normal? ¿ o son con forma almendrada?....

Aiss perdonadme... juro que no bebimos (...)

Y para acabar el finde, mi marido que cumplía los 40 , tuvo un caprichito de tarta tres chocolates, que, por supuesto, cumpli





La receta de la tarta de tres chocolates la he puesto en varias ocasiones en el blog y és bien sencilla.

Los ingredientes son :

- 150 gr. de chocolate negro, 100g azúcar
- 150 gr. de chocolate con leche , 50 g azúcar
- 150 gr. de chocolate blanco, yo no le pongo azúcar, si os gusta , una cucharada
- tres vasos de leche
- tres vasos de nata
- tres sobres de cuajada Royal


Ponemos a calentar el chocolate negro , con el vaso de nata , el azúcar y medio vaso de leche. Con el otro medio vaso de leche , disolvemos el sobre de cuajada.

Cuando esté todo deshecho y esté empezando a hervir , echamos la leche con la cuajada , y movemos , que levante a hervir.

Apartamos, y volvemos a poner en el fuego,yo hago eso tres veces , y echamos sobre la base de galleta que ha estado previamente en el congelador y ya tiene consistencia.

Repetimos lo mismo con los otros dos chocolates , eso si, echando el siguiente chocolate sobre una cuchara sopera para evitar que el chorro nos rompa la división de colores, y ya está.

Para la base , en esta ocasión, le puse bizcocho bañado con leche y cacao, y resultó muy rica.



Sólo me queda darle las gracias a Esther y su marido por ser tan estupendos, y pedir compasión por enrollarme tanto en mis entradas.

Espero que os guste.


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