TARTA DE GALLETAS Y MOUSSE DE MANZANA. Amor, con amor se paga.

Como han cambiado las cosas.

El día de ayer, día de todos los santos, era un día muy diferente cuando éramos pequeños a lo que es ahora.


Cuando yo era pequeña, el día de Todos los Santos se estrenaba la ropa de invierno, nos comíamos el último helado y visitábamos en el cementerio, a los familiares que ya no están.


En mi caso, y por desgracia, tuve que visitar a mi padre, en el cementerio, a muy temprana edad y en mi caso también, era una visita más de tantas, ya que mi madre y yo lo hacíamos cada semana, sin faltar ni una, y llevábamos flores frescas a mis abuelos y mi padre.


Visitar el cementerio, como ya he dicho en alguna otra ocasión, es para mi una visita placentera, para nada me trae malos recuerdos ni me incomoda, todo lo contrario, es un remanso de paz.


Menos el día 1 de Noviembre, que los pasillos y bancos del cementerio se llenan de bullicio, ir y venir de gente, señoras con flores, cubos y trapos que adecentan las lápidas.


Ese día no me resulta tan agradable ir, sino más bien todo lo contrario, siento que es como una de esas visitas "por cumplir" como la que se le hace a esa tía de sonrisa falsa y besos huecos.


Ese día todo el mundo pone flores, y la mayoría son igual de huecas como los besos de los que hablo, son llevadas sin sentimiento y como digo, por "cumplir".


Hoy en día ya pocos van con la ropa de domingo recién estrenada, cada uno va a su aire y evitan la visita porque les recuerda que nada es eterno, que todos tenemos nuestra hora, y que cuando morimos, no nos llevamos nada, todo queda aquí.

Y por el contrario, se festeja la muerte como si de una guasa se tratara.
Con disfraces, juergas, caramelos y pachanga.


A mi , sinceramente, me preocupa el mensaje que les llega a los niños con Halloween,como si todo fuese una broma.
Porque creo que, paralelo al festejo y a la juerga, se crea una forma de mantener a los niños en una burbuja peligrosa de "ni sufre ni padece" y asi, alejar a los niños de la realidad, que unas veces será cruda y otras no, pero que no deja de ser LA REALIDAD.


...Y que no pasa nada si los niños son conscientes de que la gente se muere, que lo comprenden, que la muerte existe, y no se trata de zombies y dráculas y brujas, es muerte verdadera, se muere uno y ahí se acaba todo...

No sé que pensáis vosotros de esto...
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Para mi el día 1 de Noviembre también me recuerda una cosa: que detrás viene el día 2, el día de los Fieles Difuntos y además cumpleaños de mi tía Nieves.

Mi tía Nieves es hermana de mi madre,y es lo poco que ya me queda de ella y de sus recuerdos.

Es mi debilidad, y siempre que viene a casa me deshago con ella como ella hace conmigo.

Es tía que da pocos besos pero para nada son besos vacíos, tía que siempre me ha querido, verdaderamente, como a una hija, como yo a ella.


Tía que me ha cuidado, que se preocupa por mi y por mi familia, que ha cuidado de mis hijos y cuida en muchas ocasiones,siempre que la he necesitado, lo que viene siendo... cariño de verdad.


Porque el querer no se pide, ni se echa en cara, ni se restriega por la cara, se da de corazón, te sale o no te sale, y te sale porque si.

Y como el amor con amor se paga, quiero felicitarla hoy a mi manera, con esta tarta que tenía por subir.

Tarta de galletas y mousse de manzana.



Esta tarta de galletas la hice hace mucho pero he pensado que es buen día para enseñárosla.

Necesitamos:

- galletas de canela y azúcar, las Napolitanas.
- dos manzanas grandes
- 500ml de nata para montar
- 100gr de azúcar
- una ramita de canela
- un limón
- leche para mojar las galletas
- mantequilla, dos cucharadas

Montamos los 500ml de nata en dos mitades con el azúcar.
Unos 250 ml de nata los reservamos para la cobertura y con la otra nata haremos nuestra mousse de manzana.

Pelamos y cortamos bien finas las dos manzanas y las rociamos con el zumo del limón.

Las ponemos a cocer en una sartén con la ramita de canela y un poco de piel del limón.

Una vez esté cocida, retiramos la piel y la rama y trituramos.
Agregamos esto, una vez esté frío, a la nata montada

Vamos montando nuestra tarta con: capa de galletas napolitanas mojadas en leche, capa de mousse, hasta terminar.

(yo forré con papel de horno el molde, para que me fuese más fácil de desmoldar)

Dejamos enfriar en la nevera y desmoldamos.

Cubrimos con la nata montada y espolvoreamos con unos daditos de almendra caramelizada y canela en polvo.

No tengo foto del corte pero... aún asi, seguro que podéis haceros una idea de lo rica que está.



Feliz cumpleaños tía. Te quiero y te queremos mucho, que cumplas muchos más.

Espero que os guste.

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