CROQUETAS DE MEJILLONES Y PIMIENTO DE PIQUILLO.

Me váis a disculpar si en estos días entro poco a visitaros. No tengo a penas tiempo.

Entre las ocupaciones, el trabajo y la comunión de Javi que la tengo encima...entre semana sólo dispongo de algunos ratitos y los fines de semana nada de nada.

Creo que las que han pasado por una pre-comunión saben de lo que hablo.

Además este año las comuniones empiezan prontísimo y mi hijo la hará el 22 de Abril, osea... YA!!

No quiero agobiarme por el tema, porque tengo claro que lo que realmente queremos y lo que nos apetece es que haga la primera comunión, el hecho en si.

No quiero obsesionarme en si tiene o no tiene mucho bombo y platillo, o en si todo saldrá a pedir de boca, o de preocuparme más de mi "modelito" que de la comunión en si , y de que mi hijo sea ese dia muy feliz.

Supongo que en la mente de todos está la imagen de algún niño o niña que más que un niño de comunión parece un novio-novia y que los banquetes son un derroche de padre y muy señor mío.
Hay de todo, hay de aquel que lleva encima más oro que la Virgen del Rocío, y el traje lleva más galones que el de cualquier Borbón.
Y hay quien aprovecha y se pinta la casa, que no sé yo que tendrá que ver tomar la primera comunión con hacer obra en casa.
En fin, el caso es que sin querer agobiarme, el tema lleva algunas cosas inevitables como las fotos, elegir el traje, elegir el restaurante...aunque seamos justo la familia...a algún sitio habrá que ir , no?
Yo tengo claro que no quiero que seamos multitud y aunque no están todos los que son... si son todos los que están. Se hace lo que se puede y punto.

Porque al fin y al cabo Javi , no es porque sea mi hijo..  :),  es un encanto de niño, no es egoista, no espera nada en especial de la comunión, sólo pasar un día inolvidable, por lo que al no esperar nada... todo le ilusiona, cualquier pequeño detalle ya es especial. 

Y con su misma ilusión quiero vivirlo yo.

Bueno y todo esto para excusarme ante todos los amigos bloggeros por si no me véis con la frecuencia que debería. No me lo tengáis en cuenta.


De paso, y después de daros la vara con mis cosas, os dejo estas croquetas que mi marido me ha hecho repetir ya unas cuantas veces, pero ...¡¡ con porfavor y todo y con las manos junticas y de rodillas!!

Croquetas de mejillones y pimiento de piquillo.

Son muy sencillas de hacer aunque todo el mundo sabe que ponerse a hacer croquetas.. da un poco de pereza por lo que se lia en la cocina.
Que si sartenes, que si tres recipientes con huevo, harina y pan rallado... 
Es un poco de lio pero si hacemos muchas, merece la pena. 
¿Pero cuantas son muchas en mi casa? No hay forma... siempre me quedo corta.

Para prepararlas necesitamos:

- dos kilos de mejillones
- dos pimientos de piquillo
- harina
- huevo
- leche
- una cebolla tierna.
- sal, pimienta, nuez moscada
- aceite

Ponemos a cocer los mejillones unicamente con un poquito de agua.

Una vez cocidos los abrimos y sacamos de la concha, el agua de cocción la reservamos, porque usaremos una poquita para hacer la bechamel.

Picamos bien todos los mejillones, reservamos.

Ponemos en una sartén un poco de aceite y rehogamos  la cebolla tierna bien picadita, cuando ésta está bien blandita, añadimos y rehogamos también tres cucharadas de harina para hacer la bechamel.

Trituramos dos pimientos con un vasito de leche y le añadimos ahí la sal, pimienta y nuez moscada.

Vamos añadiendo un poco del caldo de cocción de los mejillones y leche, y los mejillones picados, hasta que todo quede ligado

Dejamos enfriar y vamos formando las croquetas.

Las pasamos por harina, huevo y pan rallado.
Congelamos las que no vayamos a usar y las que queramos comer en ese momento, las freimos.

Mirad que criaturicas más ricas...

Tienen un saborcito... uhmmmm



¡¡Espero que os gusten !!


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