PAN DE CALATRAVA ( Hecho en microondas)

Hay que ver las veces que tengo que oir que los tiempos pasados fueron mejores.
 Los tiempos pasados son eso, pasados.

Porque lo que era válido para esa etapa, seguramente no lo sea para esta, asi que no podemos pasarnos el tiempo añorando lo que fué, y perdiéndonos el presente.


Pero no me quiero poner melancólica.
Pongamos un ejemplo: ¿Os acordáis de los coches de antes?; ¿de cómo eran?, ¿y de como se conducía?

Imposible trasladar las experiencias de entonces a la normativa de circulación, las  carreteras de múltiples carriles ,  y el volumen de coches  que tenemos ahora.

El primer coche, que yo recuerde, de mi padre, fué un cuatro latas, la matrícula me encantaba, fíjate que tontería 1 uno y 5 cincos.

Unos pocos años más tarde compró un Renault 12 ranchera, en el que hemos viajado por media España y multitud de veces Paqui, Maite y yo, sentadas en la parte de la ranchera, mirando cara a los coches de atrás.  La de siestas que nos hemos dado ahí y la de risas y buenos ratos...

Hoy en día eso es impensable, te para la Guardia Civil y te cruje viva.
Sin hablar del riesgo para los niños. Eso es otra cosa que no se pensaba, el riesgo de los niños en los coches.

Nos sentábamos delante, detrás ,encima , debajo,  y yo creo que si hubiesen podido, algún madrileño de los que bajaba a la costa, hubiese atado al niño a la baca del seiscientos. De hecho creo que hay una leyenda urbana de que esto ha sucedido con alguna suegra...

El cinturón era cosa inimaginable, y las madres sujetaban a los niños con el brazo fuerte, fuerte, como si el brazo materno fuese el mejor airbag. Ahora sabemos que eso no es asi.

Los de atrás se asaban de calor, aunque bajásemos  todos los cristales,y  a manivela, que había de aquellas tan agarrotadas que te hacían sudar mucho más al bajarlas!!

Y de las revisiones... ¿Quién se preocupaba de pasar la ITV?

La ranchera de mi padre pasé a llevarla yo cuando me saqué el carné, y con ella iba a la universidad. 
Tenía que llevar siempre una botella de litro y medio de agua para llenar el radiador, y unas cuantas veces me ha saltado la varilla del aceite, he pinchado, he tenido que arrancar empujando...
Por suerte para mi, enfrente de  la uni de San Vicente del Raspeig  estaba, y creo que aún sigue,  la Renault.

En los coches de ahora eso no pasa, nadie sabe cambiar una rueda porque no pinchan, y los coches llevan ordenador que te avisa de cualquier problema, como si pilotases un avión. 

¿Y esas carreteras bordeadas de pinos y llenas de pueblos con bares?
¿Como ibas a no parar en los bares? ¿ con lo bien que se comía?.
Veías uno con el aparcamiento lleno de coches y decías...¡¡ para, para que aquí seguro que se come bien!!. 
Más de uno, con el ansia, ha parado en un desguace pensando que era una venta.
Ahora eso no ocurre, todo son cafeterías con bocatas de plástico, y para comer bien, tienes que salirte de la autovía y buscar algo en un pueblo.
Y eso complica el viaje porque, a no ser que vayas ya a tiro hecho, siempre, siempre, eliges la salida equivocada y vas a parar a un pueblo de mala muerte donde sólo hay un casino.

¿Os ha pasado esto? El bar está a oscuras, fuera un sol de justicia, abres la puerta y entramos todos, todo lleno de hombres, y os miran... como si fuéseis un grupo de extraterrestres recién llegados al planeta tierra. Y te cohibe, y entonces decimos por no irnos de inmediato..
- vale, no pasa nada, nos tomamos algo fresquito, meamos todos, y aguantamos hasta encontrar un área de servicio.

Y cuando vas a mear...es cuando se produce el drama mayor, y piensas en la mala puntería que tiene la gente de pueblo...
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En definitiva, ¡¡que no! , ¡¡que prefiero los coches de ahora, las carreteras de ahora, los cinturones, los airbags, las rotondas, aunque haya una cada doscientos metros, los cuatro carriles, y las ruedas sin recámara!!

Aunque en la cocina es diferente... y los platos y sabores clásicos siempre, siempre dan buen resultado y gustan.

Como en el caso de este:

Pan de Calatrava.


Un postre rico, fácil, clásico, y de aprovechamiento.

 Los ingredientes:

- pan duro,en mi caso una barrita de bocadillo.
- un litro de leche 
- 1/2 litro de leche y tres cucharadas de azúcar  para mojar el pan
- canela y piel de un limón
- seis cucharadas de azúcar
- seis huevos 
- dos yemas.
- dos cucharadas de maicena
- caramelo líquido para el molde.

Cocemos el medio litro de leche con un poco de canela y piel de limón, con las tres cucharadas de azúcar.
Colamos y vertemos sobre el pan duro desmigado.

Batimos los huevos y las yemas con las dos cucharadas de maicena.

Ponemos el litro de leche a cocer también con el azúcar , la canela y la piel de limón.


Una vez templada la leche, vertemos las yemas y los huevos con la maicena moviendo bien todo con la varilla, para que no cuaje y quede todo bien mezclado

Caramelizamos un molde y ponemos el pan mojado en el fondo, lo más pegado posible al caramelo.

Colamos y vertemos la leche con los huevos, etc.. y ponemos el molde al microondas.

Vamos dándole a máxima potencia, tres minutos de tiempo, y asi de tres en tres minutos hasta que pinchemos y lo veamos cuajado. ( aprox, cinco veces)

Dejamos enfriar bien en la nevera antes de desmoldarlo.


No hace mucho Isabel , Aliter Dulcia, puso un postre muy parecido, y le comenté que no era una cosa que yo hiciese muy a menudo... pero caí en la cuenta que no tenía la receta del pan de calatrava subida al blog, asi que , solucionado.

Hacerlo en el microondas facilita y acorta mucho el tiempo y el trabajo, asi que no dudéis en probar porque os aseguro que queda estupendamente.

Espero que os guste.


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