POLLO CON SALSA DE HIGO.

Llevo algunas recetas publicadas ya con el mismo ingrediente, ( y alguna más que me queda), el higo.
Y es que la higuera aún me está dando frutos y tengo que aprovecharla.

El otro día, buscando información sobre este fruto, di con este blog

En él, su autora explicaba lo injusta que era la publicidad para las mujeres.
En particular discutíamos sobre la manera que tienen de referirse al olor corporal en ..."esos días".

Podría parecer  por ciertos anuncios, que las mujeres somos como hienas apestosas en época de celo andantes y oigan señores fabricantes de productos para la higiene íntima femenina... eso no es cierto, no vamos apestando como mofetas.
¿Generalizo yo con el olor a sobaquera masculina? 

Y es que la publicidad es muy engañosa.

Porque vamos a pensar... ¿no os parece que lo que quita ese señor  trajeao del algodón que no engaña... es mucha roña?.Señor mayordomo... eso no es normal.

Y esos baños donde se usan los anticales.. por Dios bendito, que no se les ha pasado un paño en la vida. Y por no hablar del cerco del water... que tiene el grosor de mi anillo de casada...

Azulejos que se pegan, casas con los baños como los de una discoteca en Nochevieja... por Dios santo.
  Por no señalar lo que leí el otro día en el facebook, que tenía más razón que un santo:  manda narices, que tengan que venir del futuro para enseñarnos lo que es la ropa blanca...¡como si no hubiesen cosas más importantes!

En definitiva, que las señoras de los anuncios son muy guarras, pero mucho.

¿Y que podemos decir de los productos ricos en fibra y en bífidus y en toda clase de bacterias que según nos venden , son para "hacernos sentir bien"?
Seamos serios señores, unos productos que te dan retortijones y te llevan obligatoriamente al trono, no te hacen, precisamente, "sentir bien".

 ¿Y esos anuncios de colonias? Llenos de falsas esperanzas, trajes maravillosos, paisajes exóticos... 
Que ves ese anuncio de Dolce & Gabanna en el mar ..., donde un maromo con la espalda tan ancha que parece que se ha tragado un radiador, levanta como si fuese una pluma, a una tia buenorra, y la sube a una barquita donde la magrea y le da con tó lo gordo... 
Por favor...¿ tú te has visto los apuros que pasas cuando te tiras del patinente en medio del mar  y quieres volver a subir?¡¡ Pues ahora imagínate subiendo a la barquita!! A ver donde queda tu sensualidad!!

En fin, que nos engañan como quieren, y después... después vienen las frustraciones, y la ansiedad...

Pollo con salsa de higo. 

 

Con este pollo y su salsita de higo... ni frustraciones ni ansiedades, os vais a quedar rechupeteándo vuestros  dedos.

Para prepararla necesitamos:

- unos muslos y contramuslos de pollo, limpios de piel y grasa.
- cuatro higos tal cual de la higuera, nada de secos.
- una cebolleta tierna
- una berenjena
- una cucharada de vinagre
- una cucharada de vino blanco
- sal , pimienta, especias provenzales.(unas pizcas)
- patatas
- caldo de ave.

Salpimentamos el pollo y lo doramos por fuera, por ambos lados, en una cazuela.

Cortamos a pedacitos la berenjena y la cebolleta.

Ponemos en el vaso de la batidora para triturar: los higos pelados, la cebolleta y la berenjena a pedacitos, las pizcas de pimienta y hierbas provenzales, sal y el caldo de ave.

Trituramos todo bien y vertemos en la cazuela y dejamos que haga chup chup.


Pelamos y cortamos las patatas a rodajas y con un considerable grosor para que no se nos deshagan.

Agregamos el vino blanco, el vinagre, rectificamos de sal y si hace falta añadimos más caldo. 

Dejamos cocer todo  y servimos.



Yo tengo la puñetera manía de sacar algunas semillitas del higo,  ya que éstas flotan, y se pueden quitar...
Lo mismo hago con la mermelada de higo, manías que tiene una...

Espero que os guste mi receta de hoy.





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