¡Ay! que cosa más rica y más sencilla de rosquillas por favor...
No hay voluntad, por muy férrea que sea, que se pueda resistir a estas rosquillas.
Creo que tod@s hemos visto estas rosquillas por la red, son bastante conocidas.
Yo se las he visto a varias compañeras y nunca las había puesto en práctica hasta hace poco.
Tengo que decir que desde que las probamos, mis hijos me ponen ojitos para que se las haga y las he repetido varias veces .
Me encanta cuando le llevo estas rosquillas al peque, Javi, a la salida del cole, por la tarde.
Se las pongo en un tupper y las devora casi de inmediato, y me hace muchísima gracia cuando ya con el tupper vacío, lo abre y cierra cada vez, - "sólo por el olor tan rico que sale"
Se pasa el rato abriendo y cerrando el recipiente hasta que llegamos a casa
He visto varias versiones de estas rosquillas, una de ellas creo que las mojan en un almíbar hecho en parte de miel, pero el almíbar de mis rosquillas está aromatizado con piel de naranja, cardamomo y anís estrellado.
También hay quien las pasa por una mezcla de azúcar y canela, pero yo sólo las pasé por azúcar. Eso ya va a gusto de cada uno.
Sencillísimas de preparar, tan sólo necesitamos:
- dos planchas de hojaldre
- tres cucharadas soperas de azúcar para el almíbar.
- azúcar para después rebozar
- dos anises estrellados
- tres o cuatro semillas de cardamomo
- piel de naranja
- un vaso de agua
Lo primero que haremos será extender la plancha de hojaldre e ir cortando círculos o en mi caso con un molde de galleta.
Con la ayuda de un descorazonador, hice el agujero de la rosquilla.
Montamos dos círculos uno encima de otro, pegándolos con un poquitín de agua
Yo uní todos los recortes de la masa y fuí estirando y cortando rosquillas hasta que acabé con ella.
Horneamos a 180º hasta que se doren.
Mientras tenemos nuestro hojaldre en el horno haremos el almíbar donde mojaremos las rosquillas.
Ponemos el azúcar y el agua en una sartén junto con la piel de naranja, el anís y el cardamomo y a fuego suave iremos dejando que se disuelva el azúcar y se haga un almíbar ligero.
Apagamos el fuego y dejamos que infusione la piel y las especias para que tome gusto.
Una vez
horneado el hojaldre, nos preparamos un recipiente con azúcar y nos
disponemos a pasar cada rosquilla primero por el almíbar y después por
el azúcar.
Dejamos secar y enfriar sobre la rejilla del horno.
Nos quedará una capa crujiente con un saborcito de naranja y anís delicioso, os lo aseguro.
Espero que os gusten.