¿Os acordáis cuando hice aquel trabajo con mi hijo Javier sobre Chile y los alfajores ? pues me sobró medio bote de dulce de leche que guardé para darle otro uso.
Sinceramente y que me perdonen chilenos y argentinos, yo el dulce de leche lo encontré extremadamente dulce , y su sabor así directamente del bote, no me gustó nada. Lo encontré empalagoso, muy muy empalagoso.
Por el contrario a mis chicos si les gustó, aunque yo seguí en mis trece y busqué una forma de usarlo que lo suavizase un poco dentro de lo posible.
Se me ocurrió preparar este helado, que resultó muy rico, eso si, usé poquísimo azúcar ya que con el dulce de leche es más que suficiente.
Dulce de leche con cookies
Para prepararlo necesitamos:
- cuatro yemas de huevo
- 250 ml de nata
- dos cucharadas de azúcar
- unas galletas cooquies para trocear
- cuatro cucharadas ( 120gr) de dulce de leche
Ponemos un recipiente con agua a hervir para batir las yemas y el azúcar al baño maria
En otro recipiente más pequeño batimos las yemas y el azúcar introduciendo el recipiente al baño maría a fuego muy suave y sin dejar de batir.
Vamos montando las yemas y cuando estas doblen el tamaño y blanqueen, las retiramos del fuego.
Montamos la nata (sin azúcar)
Mezclamos la nata, el dulce de leche y la crema de las yemas con las varillas moviendo suavemente.
Lo ponemos en un recipiente en el congelador e iremos removiendo cada hora para romper los cristales de hielo y se nos haga crema.
Cuando empiece a estar consistente, añadimos las cookies troceadas y dejamos que ya congele hasta el momento de servir, que lo sacaremos unos minutos antes del congelador para que esté cremoso.
Servimos como más nos guste y a disfrutar.
Espero que os guste.