Es evidente que estos paquetitos se parecen mucho al solomillo Wellington , sólo que usamos obleas de empanadilla en vez de hojaldre.
Para alguna ocasión en que no tengamos hojaldre, o queramos presentar individualmente el solomillo Wellington, o sencillamente para no tener que cortar los círculos y desperdiciar el hojaldre, estos paquetitos os van a venir de perlas.
Además, el toque de la mermelada de guayaba le da a la cebolla un sabor sensacional y diferente.
La confitura de guayaba me la mandaron las jefas del grupo Desafío en la Cocina, en el paquete navideño del amigo invisible, junto con un montón de cosas más y delicias canarias como el mojo casero y el gofio.
Es una confitura muy parecida a la vista al membrillo, pero es más aromática que el membrillo.
Para hacer la cebolla caramelizada con la confitura, cortaremos la cebolla ( la cantidad que queramos) a lonchas finas y la ponemos a pochar en la sartén con un poco de aceite y sal.
Una vez la tengamos transparente, le añadiremos un pedazo de la confitura de guayaba e iremos moviéndola hasta que se deshaga y se incorpore a la cebolla.
Podemos usar la confitura o mermelada que más nos guste.
Y ahora hacemos los paquetitos, necesitamos:
- dos solomillos de cerdo ( cortados a medallones)
- dos paquetes de obleas para empanadillas
- cebolla caramelizada
- queso
- un huevo para pintar
Ponemos sobre la oblea un poco de queso de cabra y sobre éste el solomillo
Encima añadiremos la cebolla caramelizada
Cerramos con otra oblea y pintamos con huevo para hornear
Horneamos a 180º hasta que doren y ¡a comer!
