Muchos dicen que, a medida que se van cumpliendo años, se madura y se ven las cosas de una forma más serena, o aceptas las cosas mejor, o lo típico, te hacen creer que se es como un buen vino, que mejora con los años.
Nada de eso es verdad, dentro de todos nosotros sigue la esencia de cada uno, con nuestros defectos y nuestras virtudes
"Usted sabe que se está haciendo viejo cuando las velas cuestan más que la tarta"
(Bob Hope)
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Me apetecía mucho probar la tarta que se conoce como Selva Negra, y como las tartas son para las celebraciones, el viernes preparé esta Selva Negra para celebrar mi cumple y también mi aniversario de boda, que a lo tonto, a lo tonto, desde aquel sábado a las 5 de la tarde han pasado 22 años
Ya de paso, como tenemos tan cerca las Navidades, la hice en forma de abeto, y lo único que la diferencia de una selva negra auténtica, es el color de la cobertura que es verde para poder hacer el abeto.
Nos ponemos manos a la obra.
Para el bizcocho:
- 200gr mantequilla
- 150gr chocolate de cobertura
- 4 huevos
- 150gr azúcar
- 120gr harina
- una cucharada de levadura royal.
Para el relleno y cobertura:
-almibar (en mi caso de preparar jengibre confitado) para mojar el bizcocho
-500ml nata
-colorante en gel de color verde
- cuatro cucharadas de azúcar
. 100gr queso de untar
- variados anises de colores para decorar
Batimos la mantequilla a punto de pomada con el azúcar hasta que blanquee
Agregamos los huevos y el chocolate previamente deshecho en el microondas con una cucharadita de mantequilla. Batimos bien
Añadimos la harina tamizada junto a la levadura y batimos hasta que todo se integre.
Horneamos a 180º una media hora.
Disolvemos dos cucharadas de agua en
cuatro cucharadas de mermelada de cerezas y lo calentamos un poco al microondas para ayudar a que se mezcle.
Después untamos una capa de mermelada sobre el bizcocho.
Montamos los 500 ml de nata con cuatro cucharadas de azúcar, y cuando la tengamos ya bien montada, añadimos los 100 gr de queso de untar bien frío.
Ponemos una buena capa de esta crema sobre el bizcocho
Tapamos y el resto de la nata la teñimos de verde con colorante en gel para cubrir nuestro pastel
Lo cubrimos bien y lo decoramos a gusto de cada uno.
Yo usé mazapán de colores para la estrella y las bolas rojas, y anises variados.
Ya sabéis que yo no destaco precisamente por mi habilidad con la decoración, y eso que os juro que lo intenté con todas mis fuerzas.
Os muestro el corte de la tarta. Deliciosa, os lo aseguro.
Espero que os guste.
