MUFFINS DE BONIATO, CANELA Y NUECES

La sinceridad está sobrevalorada. 
Si, creo firmemente que la sobrevaloramos, le damos una importancia que en realidad no tiene. No es absolutamente necesario ser del todo sincero, o decir las cosas tan cual se piensan.
Para mi es más importante ser honesto, honesto con uno mismo y con los demás, y coherente, y buena persona, pero sincero... sincero en su justa medida.

. Hay muchas personas que se les llena la boca diciendo a todo el que lo quiere oir que son muy sinceras, que son claras, y que les gusta decir las cosas a la cara, sin tapujos.
También hay muchas personas que dicen a los cuatro vientos que prefieren que los demás sean sinceros con ellos
Yo misma me incluyo en ambos grupos porque en algunas ocasiones lo he dicho.

Pero la realidad es bien distinta, a nadie nos gusta que nos digan la verdad , la verdad sin adornos, la verdad desnuda...
De hecho, ¿cuantas veces hemos dicho y hemos oído decir a alguien "te voy a decir la verdad" o "si te soy sincero"?, ¿qué queremos decir entonces? Pues lo que queremos decir es eso mismo... que no siempre somos tan sinceros.

En esta sociedad nuestra, con tanta red social esto se acentúa aún más. 
Como prueba está twitter, donde cada vez hay más perfiles falsos, donde la gente se escuda para decir lo que realmente piensa, y por eso a veces se leen barbaridades y aberraciones 
Tenemos que ir también con pies de plomo al enviar mensajes, o dejar comentarios por ejemplo en facebook, ya que además de lo que escribimos, hay que tener en cuenta que al leer no se nos adivina la intención, la entonación ni la ironía.
Y a todo esto, hay que añadirle que las personas no siempre nos levantamos de buen humor, y tenemos malos días, y lo que en un día normal lees algo y te divierte, en otro día te puede sentar como un tiro.

Y que decir de instagram.. donde puedes leer #relax, # disfrutando, #holidays o #feliz, debajo de una foto de una mesa de terraza sobre la que hay un botellín de cerveza, un plato de olivas y una fanta, y que tú te preguntas cuando de verdad hay en todos esos hashtags.... 
Nos creamos una imagen, una fantasía y un sueño con todos esos pedazos de realidad , ¿eso no es mentir ? , o peor aún ¿mentirse?

Lo dicho... no quiero sinceridad. A veces la verdad duele.

No me digas las verdades... que perdemos las amistades.

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Aquí no os miento, que estos muffins están de muerte, os lo aseguro, y son una merienda, un desayuno, un tentempié maravilloso.

Son blanditos, y de sabor ¡¡uhmmmmmm!!



Ingredientes:

- tres claras
- 100gr de harina
 - medio sobre de levadura química
- 80gr de nueces
- 80gr de azúcar
- 80ml de aceite (yo uso de girasol)
- una pizca de sal
- 100gr de dulce de boniato
- una cucharadita de canela en polvo

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El dulce de boniato lo preparé pelando, troceando y cociendo el boniato con el mismo peso de azúcar.


Elaboramos los muffins:

*Batimos el aceite con el azúcar y añadimos el dulce de boniato y la canela

*Añadimos las nueces picada  y la harina con la levadura.

*Montamos las claras a punto de nieve con la pizca de sal y las añadimos con cuidado a la mezcla con movimientos envolventes.



*Colocamos la mezcla en los moldes para muffins rellenando unas tres cuartas partes

*Horneamos a 180º unos 20 minutos.


Podemos usar calabaza, pero a mi me gusta más el saborcito del boniato...

Espero que os guste.

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