Los errores en cocina terminan generalmente en la basura, porque aunque la cocina cotidiana tiene mucho de improvisación, siempre se rigen por unas normas más o menos básicas para que todo salga bien.
Pero a veces, sólo a veces, se pueden enmendar los errores culinarios transformándolos en algo rico, siempre y cuando no sean errores garrafales.
Hoy os traigo un error transformado en algo rico
Os cuento:
Esta receta la hice hace mucho, casi un año prácticamente.
Me disponía a preparar la masa del roscón de reyes, preparé todos los ingredientes y los puse a la panificadora.
Al poco tiempo, cuando la máquina coge temperatura para levar, y la masa comienza a desprender olor característico de la fermentación, me percaté que el olor de la masa era distinta, no me digáis como, pero lo noté.
Al comenzar a revisarlo todo para ver si estaba correcto, encontré un pequeño recipiente con el azúcar que lleva la masa de roscón.
Olvidé echar el azúcar...
Paré la máquina de inmediato y me puse a revisar que más cosas podía haber olvidado... y nada, todo era lo normal, sólo que la masa del roscón era más bien una masa de pan de viena ya que el azúcar se me había quedado sin poner.
Me daba una pena enorme desperdiciar toda aquella masa y pensé que lo mejor sería continuar con el amasado, ya que sólo llevaba una cucharadita de sal, y probar a ver ...
Se me ocurrió usarla haciendo estas caracolas y estos croasanes, y os aseguro que volaron!!
Así que os traigo la receta de la masa tal cual la hice, (con su ralladura de limón y su agua de azahar) porque estaba muy rica
Para la masa necesitamos:
- 500gr de harina de fuerza
- 100gr de mantequilla en pomada
. 4 yemas de huevo
- 165ml de leche semidesnatada
- 47gr de levadura fresca
- media cucharilla de las de café de sal
- una cucharada de agua de azahar
-ralladura de limón y naranja.
Para las caracolas:
- salsa de pesto (en mi caso comprada)
- queso para gratinar.
Para los cruasanes:
- mermelada de higo (en su defecto cabello de ángel)
- jamón serrano en lonchas.
- un huevo para pintar
- sésamo negro para decorar
Como veis, la receta no tiene azúcar, sólo media cucharadita pequeña de sal, vosotros podéis añadir además, una cucharadita de azúcar, si os apetece.
Seleccionamos el programa amasado de la panificadora y dejamos que acabe.
Una vez finalizado el programa, sacamos la masa de la cubeta y rompemos le levado y dividimos en dos partes.
Una de las partes la vamos extendiendo, formando con el rodillo, un rectángulo.
Untamos el rectángulo de pesto, y con la ayuda de un corta-pizzas, vamos cortando tiras de un centímetro y enrollando como veis en la imagen.
Vamos colocando las caracolas sobre papel de horno y encima le pondremos queso para gratinar.
Dejamos que vuelvan a levar (aprox. una hora)
Horneamos a 180º unos 15 min
Con la otra parte de la masa, haremos una bola, e iremos amasándola con la ayuda del rodillo, hasta formar un círculo bastante fino, como si de una pizza se tratase.
Cortamos en triángulos, como si fuesen porciones de pizza.
Untamos cada uno con mermelada de higo y ponemos una loncha de jamón serrano a pedacitos.
Enrollamos formando los cruasanes y dejamos levar.
Una vez levados, pintamos de huevo y decoramos con el sésamo.
Horneamos a 180º hasta que se doren, (unos 15 min)
Os resultarán unos bocados deliciosos, os lo aseguro.
¿Quién puede resistirse a ellos?
Espero que os gusten.
