Os traigo una receta de roscos sencilla y deliciosa, y con la cantidad de naranjas que he tenido este año, me ha venido de perlas para usar el zumo.
Los he preparado varias veces porque a mi hijo Javi le han gustado mucho, y como más naturales y sencillos no pueden ser, pues los preparo para él.
A mi hijo le encanta merendar galletas mojadas con agua, que a primera vista y para la mayoria, nos parece una cosa bastante rara, ya que todos elegiríamos mojarlas con leche , pero el niño es así y además tiene a quien parecerse pues su padre y sus tías hacían exactamente lo mismo cuando eran pequeños, mojar las galletas con agua.
La cuestión es que la tarde que preparé estos roscos, le dije que probase mojar los roscos en agua en lugar de las galletas.
Le gustó el sabor, y desde entonces se pone las botas con ellos muchas tardes.
Como además los he preparado varias veces, he descubierto que si usamos harina de fuerza en la mezcla, los roscos nos salen más abizcochados y blanditos, dándose el caso de que si usamos sólo harina de fuerza, los roscos son totalmente abizcochados, y les cambia la textura completamente.
He ido jugando con esto y para que no queden excesivamente duros, mezclo las harinas, hasta dar con las cantidades óptimas para que los roscos sean roscos, pero con un toque blandito.
A ver que os parecen a vosotros...
Ingredientes:
- 130gr de zumo de naranja
- 90gr de azúcar
- 80gr aceite girasol u oliva suave
- ralladura de naranja
- una cucharadita de canela en polvo
. 230gr de harina floja
- 100gr de harina de fuerza
- un juego de gaseosas (van dos)
Ponemos en un cuenco la harina mezclada con los sobres de gaseosa, el azúcar, la ralladura de naranja y la canela y mezclamos bien.
Hacemos un hueco y agregamos el zumo y el aceite y mezclamos bien con la ayuda de una espátula al principio, y con las manos después hasta integrarlo todo bien.
Dejamos reposar una media hora hasta que esponje.
Formamos los roscos haciendo un churro con las manos y enrollándolo.
Los extendemos sobre el papel de horno y espolvoreamos azúcar sobre ellos.
No es necesario pintarlos de huevo.
Horneamos a 180º ( con el horno precalentado) hasta que se doren
Dejamos enfriar en una rejilla
Espero que os gusten
