Uno de mis placeres del verano, aunque en invierno también apetezcan, es desayunar churros mojaditos con granizado de café o de cebada, me encanta.
Sobre todo es un gustazo tomarlos después de una noche de fiesta, a las tantas de la madrugada, y precisamente estos días que estamos de fiestas patronales en mi pueblo, me decidí por probar hacerlos en casa y tomarlos al llegar a casa.
No estoy hablando de ponerte a hacer churros a las tantas de la madrugada, te hablo de tener tus churros hechos y congelados, listos para sacarlos, freirlos y tomarlos.
Hacerlos es bastante sencillo y rápido, te cuento como
Necesitamos:
- dos vasos de agua ( de 200ml)
- dos vasos de harina corriente
- una cucharada de las de postre de sal
- medio vaso de aceite de girasol
Ponemos a calentar el agua junto con el aceite y la sal, y cuando comience a hervir, apagamos y vertemos la harina.
Removemos escaldando la harina y moviendo hasta conseguir una masa compacta.
La vamos introduciendo en una churrera, ( la mía de los chinos, de plástico) y vamos formando los churros.
Los colocamos sobre papel de horno y en una bandeja y los introducimos al congelador.
Cuando los tengamos congelados, los guardamos en un tupper hasta el momento de freirlos.
Para freirlos, colocamos una sartén profunda con aceite de girasol y freimos
Vamos sacándolos y colocàndolos sobre papel de cocina para sacar el aceite excedente.
Listos para tomar
Espero que os guste
Te leo y me entra calor. Sí que es muy típico comer churros antes de irse para casa después de una buena jornada de fiestas (o de feria) pero en verano a mí los churros no me entran por muy típicos que sean. Es más, desde el embarazo de Lara tengo una relación de odio con ellos. Sin saber aún que estaba embarazada estábamos en la feria, pasamos delante de la churrería y mi estómago dio un par de vueltas, se quedó del revés y empezó a centrifugar con el olorcillo del aceite de los churros. Yo ya supuse que si eso pasaba era por algo y no me equivoqué, pero desde entonces el olor de los pobres churros y yo somos poco amigos. Sin embargo a Lara le encantan y es una de las cosas que se come a bocado limpio tan feliz.
ResponderEliminarComo desde tu cocina no me llega el olor, pues me apunto encantada a unos y así celebramos el regreso (y que hayas habilitado de nuevo los comentarios) ¡Besos mil!
jajjjaja, a mi me pasó con mi hijo mayor, con las gambas , el marisco en general jajaja, y trabajaba entonces en mi mesón, sirviendo gambas a diario y paellas de marisco jajaja, que mal lo pasaba!!
Eliminarbesotes!!
Si se ven fáciles y con ingredientes que tenemos en casa. Lo que más miedo me da es que salte demasiado el aceite.
ResponderEliminarBesos.
Toñi que ganas de churros me ha entrado guapa!! desde fin de año no los he vuelto a preparar y al ver los tuyos me ha entrado antojo, menuda pintaza que tienen y lo ricos que están recién preparados...Bess
ResponderEliminarLos hago muchisimas veces pero es novedad para mi ponerle aceite, solo pondo el agua, harina y sal y estan muy buenos tendre que probar....bss
ResponderEliminarYo me apunto a ese paquete tan bonito y bien presentado cariño.Mil besos.
ResponderEliminarEso de estar de feria en el pueblo y antes de irse a dormir tomarse los churros es una tradicción aquí donde vivo, pero a mi me gustan acompañados con su chocolate espesito, ese que cuando acabas dices "Dios pa'que me lo habré tomao, si ahora lo voy a reposar durmiendo" jajajajjaja, pero que bien sientan.
ResponderEliminarLos tuyos son todo ventajas, hacerlos y tenerlos para cualquier momento de antojo. Besosss
Qué churros tan ricos!!! me comía unos cuantos si no fuera por la dieta.
ResponderEliminarBesitos guapa