Los años pasan muy rápido ...y casi como un suspiro hoy me doy cuenta que han pasado 18 años desde que mi madre murió.
Es muy común ahora, con esto de las redes sociales, plasmar tus sentimientos, incluido tu dolor, en las redes sociales.
Es lo que tiene este mundo , que te vincula con mucha gente que a su vez te hace partícipe de sus aventuras y desventuras, y casi sin darnos cuenta, nos invita a hacer lo mismo.
Yo de todos modos, creo que todo tiene un límite, y tampoco veo normal ciertos excesos de sobreexposición en las redes, aunque los respeto.
Por supuesto que me acuerdo de mi madre, de mis padres, pero tampoco me regodeo en mi pena.
Me gusta , eso si , recordar y hablar a mis hijos de sus abuelos, a los que nunca han conocido, y me gusta porque soy lo que soy gracias a ellos, a mi infancia , a mis vivencias.
Este plato que hoy publico, por ejemplo, me recuerda muchísimo a mi madre
Cuando yo era muy pequeña, siempre tenía subidas de garganta, semana si, semana también, estaba con amigdalitis, y como consecuencia de ello, me subía la acetona, y por lo visto, cuando te sube la acetona, no puedes comer huevo... cosas seguramente de antes.
Como esto sucedía cada semana prácticamente , hasta que me operaron , no había día que pudiese yo comer el huevo con tomate. Y esto era mi desesperación.
Yo cada vez le preguntaba ¿mamá puedo hoy? , no Mari... y así siempre...
Pero mi madre me debía ver la cara de desesperanza, mojaba un pedacito de pan en el huevo con tomate, y me lo daba diciéndome... -"toma anda, para que no se te rompa la hiel"
Esa expresión , lo de la hiel, como tantas otras de la infancia, te acojonaba viva, porque te imaginabas ese momento en que no pudieses comer algo por cualquier motivo, y la vesícula biliar te explotaba dentro de tu cuerpo por no poderlo comer... y no veas el acojone.
Mi madre era muy madre de decir frases de las que dicen las madres para meterte el miedo en el cuerpo, y que me está costando sudor y años, quitármelas a mi de la cabeza para no repetir patrones.
Era muy de decirte cuando te ibas... -"ten cuidado que no te pase nada... porque como te pase algo yo me muero"
Y tu te ibas con el acojones ese de pensar "..que no me pase nada que no quiero que se muera"
O cosas como ... "ten cuidado no te hagas daño porque como te pase algo, encima yo te mato", que te creaba la incertidumbre de no saber que era peor... si el daño o tu madre.
Durante años estuve sin preparar este plato por el temor a que no me supiese como aquél que mi madre me daba "para que no se me rompiese la hiel" , pero he pensado que era un buen momento para recordarla y traer esta receta tan sencilla al blog.
Si me preguntáis si me supo igual que el de mi infancia... no, no me supo igual, nada sabe como lo que cocinaban nuestras madres
Ingredientes:
- tomate triturado, natural, o uno bueno en conserva.
- huevos.
- sal y aceite de oliva.
- un poco de azúcar.
No pongo cantidades de tomate y huevo, pero si indico que la proporción tomate y huevo debe estar compensada a la mitad de cada uno.
Elaboración:
*Con el tomate triturado prepararemos un buen tomate frito, añadiéndole su pizca de azúcar para quitarle acidez.
Una vez hecho el tomate frito, batimos los huevos con un poco de sal.
*No hay que batir mucho los huevos, no mezcléis del todo clara y yema.
*Vertemos en el tomate frito el huevo semi batido y vamos removiendo y que se vaya cuajando.
Remover y cuajar, remover y cuajar...
Preparad el pan, que este plato ya está listo.
Espero que os guste, y no dejéis de probarlo no se os rompa la hiel...
