Hoy traigo un delicioso bizcocho, sencillo de elaborar pero con un aroma divino.
Sigo en mi línea de rescatar antiguas recetas del blog, repetirlas mejorando lo mejorable, haciendo mejores fotos, en la medida de lo posible, y actualizándolas.
Este bizcocho ya lo tenía en el blog, y la otra tarde, de lluvia intensa, me decidí a repetirlo para que lo conozcáis.
A pesar de que todos estamos cuidándonos de los excesos del verano, nunca viene mal merendar algo dulce, y como estos bizcochos congelan estupendamente, hice este, y congelé la mitad, para cuando me visita mi hijo y demanda algo de dulcerío
Porque.. no os lo he contado, pero mi hijo se ha independizado.
La verdad es que pensé que lo iba a llevar bien, pero he tenido momentos complicadillos al pasar por su habitación y verla vacía.
Ese momento de "vacío de armario" cuando se llevó la ropa, es entristecedor, a pesar de que se va en las mejores condiciones, y se va a vivir una localidad bastante cercana.
De todos modos, tengo un hijo encantador y continuamente estamos en contacto por whatssap o viene a casa a comer
Me encanta ver lo cocinillas que se ha hecho, y me encanta cuando me manda fotos de sus recetas, y lo bien que se resuelve él con todo. Lo que se conoce por una persona independiente, resuelta y autosuficiente.
Estoy muy orgullosa, ¿se nota?
Bueno, vamos con la receta que me lío y me pongo pesadísima.
Ingredientes:
- 4 huevos
- una pizca de sal
- 200g de harina
- 180g de azúcar
- 150ml de leche
- 150 ml de aceite de coco
- un sobre de levadura química
- 8gr de jengibre
- 16gr de canela , yo puse dos puntitas, me encanta .
- 8gr de clavo molido
- 8gr de nuez moscada.
- un puñado de almendras garrapiñadas en granillo
Elaboración:
*Separamos las yemas de las claras antes de nada. Y montamos las claras a punto de nieve con la pizca de sal
Batimos las yemas junto con el azúcar , el clavo, jengibre, canela y nuez moscada, hasta que blanqueen
Agregamos la almendra.
Vamos añadiendo el aceite de coco como si hiciésemos una mayonesa y después añadimos la leche
Añadimos la harina mezclada con la levadura, tamizándola y mezclando bien.
Por último añadimos las claras montadas incorporándolas bien a la mezcla.
Vertemos la mezcla en el molde engrasado y enharinado, el mío rectangular
Ponemos al horno , precalentado a 200, y bajamos a 180º , aproximadamente 40 minutos.
La foto del corte no le hace méritos a lo rico que está y por supuesto no os puedo transmitir lo bien que huele, y es una verdadera pena.
Así que no os queda otra que hacerlo
Espero que os guste