Ya casi comenzamos el verano, un verano bastante especial debido a la pandemia y su sacudida en nuestros estilos de vida, hábitos y costumbres.
Creo que este verano será inolvidable, y sólo espero que el rebrote del virus sea lo menos posible, y asumible por el sistema sanitario, por el bien de todos y sobre todo, por el bien de los sanitarios
Intentamos tener esa "nueva normalidad" pero sinceramente, lo de mantener la distancia en la playa, lo veo muy complicado.
Todavía no estamos en fase 3 y ya la gente ha olvidado que nos trajo hasta aquí. Parece ser que el virus se encuentra en la calle de 8 de la mañana a 7 de la tarde, porque oye... llegada esa hora cada vez ves menos gente con mascarillas.
Parece ser que nadie recuerda el miedo que hemos pasado, porque la distancia interpersonal se ha reducido muchísimo, nunca vi un metro y medio tan corto, como el que se deja ahora en las colas para entrar a las tiendas.
Soy consciente de que tenemos que salir, y recuperar la actividad, por que las neveras no se llenan solas, pero... iré despacito.
Yo soy de poco visitar la playa, no de ahora, de siempre, así que este verano, va a ser en ese aspecto, igual que los anteriores.
Y para seguir con la normalidad, he elaborado mi primer helado del verano
Cada verano me gusta probar hacer algún helado casero con sabores que no sean los habituales, y comienzo la temporada con un helado que hice con unas manzanas con no muy buen aspecto, pues la piel estaba poco tersa, pero buenas por dentro.
El sabor es delicioso, y es facilísimo de preparar, ¿os lo explico?
Hice muy poca cantidad, pero vosotros podéis doblar las cantidades si os gusta.
Ingredientes:
tres manzanas
- un pedazo de canela en rama
- 80gr de mantequilla
- 100gr de azúcar
- 200gr de queso en crema
- 200ml de nata para montar
- canela para espolvorear
Elaboración:
*Pelamos las manzanas y las cortamos a pedacitos, y en una sartén la ponemos junto al jugo de medio limón, la mitad del azúcar, la canela en rama y la mantequilla.
Tapamos y dejamos que se cueza la manzana.
*Cuando ya esté blandita, reservamos algunos pedacitos para decorar, retiramos la canela y lo trituramos con todo el jugo que haya soltado y la mantequilla líquida.
*Batimos el queso con la otra cantidad de azúcar y le incorporamos la manzana triturada
Montamos la nata, e incorporamos la nata a la mezcla anterior de queso y manzana, sin batir en exceso .
*Una vez todo mezclado, lo ponemos en el congelador en un recipiente amplio, y vamos moviendo con una cuchara, cada media hora, unas tres veces para romper los cristales que se puedan formar y nos quede cremoso
.
Cuando veamos que ya está casi congelado, lo pasamos a un recipiente definitivo hasta la hora de servir.
Yo lo he servido con un poco de manzana a pedazos, y un poco de canela espolvoreada.
El sabor es delicioso, y nos viene de perlas para usar esas manzanas que se ponen feas en el frutero.
Espero que os guste.
