Os traigo un postre de lo más sencillo y rico que preparé con unas peras que me regaló mi amiga china.
Estas peras, de aspecto de manzana, están deliciosas, son muy jugosas y aromáticas, y me recuerdan en sabor y olor al membrillo, pero sin su aspereza.
Se me ocurrió prepararlas del mismo modo que preparamos las famosas patatas "hasselback" pero pensé que el queso de cabra le iría muy bien, y ya lo demás vino rodado...
Aquí os dejo una foto más detallada de las peras.
Busqué en internet con una herramienta estupenda, el google lens, y pude comprobar que su nombre era nashi o pera de las arenas.
Su origen es asiático y allí es muy preciada por su sabor y jugosidad.
Aguanta muy bien el horneado sin perder la textura, y también es perfecta para macedonias, en crudo.
En China es una fruta sagrada, regalarla es signo de amabilidad, y es considerado un regalo lujoso.
Ya veis que sabiendo todo esto, tenía que hacer un postre a la altura de semejante fruta, y os aseguro que creo que estuve a la altura pues estaba sensacional.
Yo lo preparé como postre, pero si le cambiamos apenas algún ingrediente, y le ponemos unos taquitos de jamón por encima, con el queso de cabra y la pera tenemos un entrante espectacular.
Vamos con los ingredientes y elaboración.
Ingredientes para dos personas:
- una pera de la variedad china "nashi"
- cuatro rodajas de queso de cabra de rulo
- unas semillas de sésamo
- dos dátiles secos
- una cucharada de miel
Elaboración:
*Lavamos y secamos la pera, la cortamos por la mitad y con cuidado la descorazonamos.
*Hacemos pequeños cortes quitándoles un poco de pera para que queden anchos y dejando unas hendiduras
*En ellas pondremos media rodaja de queso de rulo.
*Espolvoreamos con los dátiles picados y el sésamo y regamos con miel
*Horneamos a 180ª
