Lo hicimos. Nos preparamos durante meses, no desistimos, incluso con el calor, probando diferentes terrenos, desniveles... Preparamos ropa, calzado, palos, mochilas.. Planeamos los alojamientos, los imprevistos, los lugares para ver... Y llegó agosto, y llegó el día , con la cuenta atrás en la pizarra de la nevera... Y salimos los 4. Como cuando nosotros éramos jóvenes y mis hijos pequeños, los cuatro, maletas, y al coche, rumbo a Sarria con el objetivo claro de llegar a Santiago. Ha sido inolvidable, indescriptible, con la mejor compañía. Llegamos a Santiago, satisfechos y contentos Mis tres chicos estupendamente, yo no tanto. Las ampollas me amargaron el final de mi camino. De nada me sirvió la previsión, ni aplicar todos los consejos del peregrino... las ampollas inevitablemente formaron parte de mi camino hasta el último momento. Pero repetiría , sin dudar. Tras el camino y llegada a la catedral tocó recoger la compostela, aunque a mi lo que me parece mas bonito es...
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